DEFINICIÓN
Miguel
Hernández García
El silbido del pajarito instó a Paula a mirar
la pantalla de su móvil. Era, otra vez, Nerea.
—Tía, me ha mandado un mensaje
que no entiendo muy bien. Como es medio italiano a veces usa palabras que no
conozco.
—A ver —Paula suspiraba
mientras respondía—, ¿qué te ha puesto?
—Dice que nuestro amor está
demediado.
—¿Demediado? Espera que lo
busco, que yo tampoco lo tengo claro.
Con apenas teclear la palabra
encontró la definición en un diccionario online.
Acto seguido procedió a informar a Nerea.
—Tranqui, por lo que pone aquí
demediar quiere decir «dividir una
cosa en dos mitades». O sea, que sois dos mitades que formáis un único amor.
Anda, que te suelta esos piropos y tú encima te preocupas.
—Jajajaja, jolín, tía, qué inculta
soy a veces. ¡Gracias!
Nerea añadió un icono para
enviar un beso virtual a su amiga. Sin embargo, Paula y él sabían que demediar
tiene una tercera acepción.
Miguel Hernández García (Salamanca, 1982) ha
trabajado como traductor, periodista y profesor, y participa en la coordinación
del club de lectura Cósimo visita el
distrito 12.
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