EL ENEMIGO INTERIOR
Zeloa
Quería hacerlo pero dudaba. Después de unos segundos, en un impulso
moví el dedo índice en un click. Ya está. La subí. Quería que viesen quién
quiero ser, enseñarle al mundo lo que no atrevía; así era como me gustaría que
fuese la imagen del espejo, como en la foto. Estaba tan sexy que no parecía ni
yo.
Pocos minutos después ya tenía comentarios, entre
ellos un chico que no conocía, se llamaba jinete98. «Hola. Me gustas. ¿Quieres
seguir conociéndome?». Yo acepté.
Ahí comenzó todo. Hablamos durante días hasta que
me convenció para quedar. Era un martes por la tarde, llovía, y a mí no se me
oía. Me había mentido, no tenía quince años, me forzó a tocarle, me negué, pero
cada vez me apretaba más fuerte.
Por miedo esto no lo saben en casa. Y esto me
mata, el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario