452 DÍAS Y MEDIO DE CHAT
MD
Rubio de Medina
Cita:
última frase de la novela El largo adiós,
de Raymond Chandler. La frase correcta es: «No se ha inventado todavía la
manera de decirles adiós definitivamente».
Me
permito la libertad de poner «decirles» en singular.
Pasé la hoja
del periódico y se me agrandaron los ojos con el recuadro. Leí cuidadosamente
la necrológica de Pablo Montes Sandoval. Había tenido mujer y tres hijos. Un
pitido del ordenador me avisó de un mensaje privado por el FB. Arrastrando los
pies me acerqué al escritorio. Era mi novio virtual, quería chatear a las 19:00.
Un escalofrío me recorrió la espalda y dejé caer El Mundo, a esa hora le decían una misa por el quinto aniversario
de su fallecimiento. ¿A quién le había mandado el vídeo de los conejos? ¿A
quién, las llaves de mi casa? ¿A quién, la fotografía desnuda? Arrastré el
sofá, lo crucé contra la puerta de entrada y tiré del cable, apagando el
ordenador.
Respiré
agitada, luchando contra el pánico. Sonó el móvil y en la pantalla lo vi: era
el tipo de los ojos azules. ¡Dios, no se ha inventado todavía la manera de
decirle adiós definitivamente! ¡Era el muerto! ¡El de la mujer y los tres
hijos!
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