UNA NUBE COLOR DE ROSA
Elena
Martínez
«¿Qué
es lo que usted esperaba… mariposas doradas
revoloteando
en una nube color de rosa?»
Frase de Philip Marlowe en El largo adiós, de Raymond
Chandler.
La última vez
que vi a Alex la policía se lo llevaba esposado. De ese día recuerdo el desvencijado
banco de madera, revestido por el dolor de cientos de víctimas. Mis padres a mi
lado, silenciosos, y con unas marcadas ojeras que les envejecían el rostro.
Chateando
con Yessi me enamoré de un desconocido, su primo Alex. En cada una de sus
conversaciones me hablaba de él y de cuánto lo añoraba. Me envidiaba porque yo
vivía en su misma ciudad, y ella hacía tiempo que no lo veía. «Tú serás yo», me
dijo un día. Era sábado por la tarde cuando me encontré, por primera vez, con
mi amor secreto, en la puerta del ayuntamiento. A pesar de la diferencia de
edad enseguida congeniamos. Me escapaba del instituto para verlo y su piso,
durante un tiempo, se convirtió en nuestro refugio.
¿Qué es
lo que esperaba… mariposas doradas revoloteando en una nube color de rosa? Las
mariposas se transformaron en médico. La nube color de rosa desapareció, en el
mismo instante que mi madre se enteró de la causa por la cual vomitaba y estaba
inapetente.
¿Cómo no
pude darme cuenta de que Yessi era Alex? A pesar de todo lo que ha ocurrido la
echo de menos, y a escondidas de mis padres vuelvo a conectarme.
—Hola,
soy Cándida. ¿Quieres ser mi amiga?
No hay comentarios:
Publicar un comentario