viernes, 14 de marzo de 2014

UNA NUBE COLOR DE ROSA, por Elena Martínez

UNA NUBE COLOR DE ROSA
Elena Martínez

«¿Qué es lo que usted esperaba… mariposas doradas
revoloteando en una nube color de rosa?»
Frase de Philip Marlowe en El largo adiós, de Raymond Chandler.

La última vez que vi a Alex la policía se lo llevaba esposado. De ese día recuerdo el desvencijado banco de madera, revestido por el dolor de cientos de víctimas. Mis padres a mi lado, silenciosos, y con unas marcadas ojeras que les envejecían el rostro.
Chateando con Yessi me enamoré de un desconocido, su primo Alex. En cada una de sus conversaciones me hablaba de él y de cuánto lo añoraba. Me envidiaba porque yo vivía en su misma ciudad, y ella hacía tiempo que no lo veía. «Tú serás yo», me dijo un día. Era sábado por la tarde cuando me encontré, por primera vez, con mi amor secreto, en la puerta del ayuntamiento. A pesar de la diferencia de edad enseguida congeniamos. Me escapaba del instituto para verlo y su piso, durante un tiempo, se convirtió en nuestro refugio.
¿Qué es lo que esperaba… mariposas doradas revoloteando en una nube color de rosa? Las mariposas se transformaron en médico. La nube color de rosa desapareció, en el mismo instante que mi madre se enteró de la causa por la cual vomitaba y estaba inapetente.
¿Cómo no pude darme cuenta de que Yessi era Alex? A pesar de todo lo que ha ocurrido la echo de menos, y a escondidas de mis padres vuelvo a conectarme.

—Hola, soy Cándida. ¿Quieres ser mi amiga?

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